



La prueba santoñesa llegaba en esta 17ª edición con ciertas novedades, sobre todo en el cambio en el recorrido, que creaba cierta incertidumbre sobre cómo se iban a recibir, así como ver si éstos iban a afectar en los tiempos y dureza de la prueba.
También, como siempre, el tiempo meteorológico, inestable según las previsiones, se sumaba a las dudas que se generan en los momentos previos.
La jornada amanecía finalmente con cielos despejados con pequeños intervalos nubosos, sin viento, y con muy buenas condiciones de mar. Mientras la organización terminaba de preparar la zona de meta y boxes en la playa de Berria y tras la entrega de dorsales, los piragüistas empezaban a invadir la Playa de San Martín preparando la línea de salida.
Pocos minutos después de las 10 de la mañana se daba el pistoletazo de salida, algo que históricamente realiza Carlos Zorrilla tras haber dado las últimas indicaciones a los participantes. En total 44 embarcaciones y con un alto nivel de los participantes la comitiva ponía rumbo al Norte sin mayores contratiempos.
El transcurso del primer sector se hizo sin incidencias ni trabajo para las embarcaciones de apoyo, y se destacó una vez más por la rapidez de la misma sobre todo en los piragüistas de cabeza. Enseguida las piraguas asomaron a la playa de Berria y enfilando la pertinente ciaboga, pusieron rumbo a tierra. El primero en desembarcar fue Agustín Ordoñez (dorsal 39) marcando un tiempo de 37m27s, aunque seguido muy de cerca por Fernando Gómez (34) y Guillermo Guridi (35), lo cual auguraba algo de lucha por los puestos de pódium en la categoría de equipos. Por su parte los individuales eran comandados tras la primera vuelta por Rodrigo Jaca sacando en torno a los 2 minutos de ventaja a su más inmediato perseguidor Ricardo Noval.